lunes, 23 de enero de 2012

ARTICULO

DIVISION DEL CUERPO DE CRISTO

Es obvio que el mundo cristiano está dividido en gran manera. Existen literalmente miles y miles de denominaciones protestantes, bautistas, metodistas, evangélicas, episcopales, testigos de Jehová, mormonas, católicas, adventistas, etc. No hablamos una misma cosa, no  somos unidos en la misma mente y en un mismo parecer. Pablo nos exhorta a la unidad (1 Corintios 1:10) "Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones". Por tanto, Cristo no está complacido con la condición actual en el cristianismo.

Simplemente por el hecho de que alguna denominación decida adorar en una forma diferente, guardar un día diferente, vestir diferente, cantar diferente, llevar el mensaje del evangelio y el sacrificio de Jesús por nosotros de una forma diferente, no significa que sean mejor o peor cristianos que otros. Lo correcto sería que dejemos de criticarnos unos a otros y entender que somos todos soldados del Ejército de Cristo, no oponentes, y que El nos llamó a la unión para tener mayor efectividad en la gran comisión de "Ir por el mundo y predicar el Evangelio". Debemos recordar que la Biblia demanda una y otra vez la unidad de nosotros los creyentes; también podemos leerlo en Juan 17:20 "Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno".

Dios nos ha permitido viajar por diferentes países y compartir con personas de distintas culturas. En Africa, Medio Oriente, India, entre otros, hemos aprendido como en esas tierras solo hay dos esquinas en el cuadrilátero:  musulmanes en contra de Cristianos o Hinduistas en contra de Cristianos, como también Budistas en contra de Cristianos, etc. Allí no te preguntan de que denominación eres, sino que por el simple hecho de creer en Cristo ya son tus enemigos; no te dan tiempo de autodenominarte, ni de reclasificarte pues por seguir a Cristo ya tu vida peligra, entonces ellos (los no creyentes) si que pertenecen a un ejército diferente al de nosotros. Por tanto uno que crea a la misma magnitud como tú crees en el gran sacrificio que hizo Jesús en la cruz, no debe representar una amenaza.
En conclusión, cuando veas a un Cristiano sin importarte su denominación considéralo un miembro de tu equipo de batalla para que seamos mas fuerte en este mundo que no conoce a Jesús; piensa muy bien antes de juzgar o expresarte en contra de sus métodos de adorar. Somos todos Hermanos, no ellos o nosotros.  Recuerda que Dios traerá revelación y convicción a cada persona.  Cristo es la única autoridad y cabeza de la iglesia (Colosenses 1:18).
Si piensas que solo tu estas en lo correcto, pues con mayor razón, haz lo correcto: AMA Y RESPETA A TU PROJIMO.
Que Dios te bendiga!
Autor: Miguel Angel Arias
Ministerio Arias