ARTÍCULO
Como impacta la ciudad en nuestro estilo de
vida
Las influencias causadas
por una ciudad sobre su entorno y sobre las condiciones de vida de sus
habitantes siempre existieron. Pero la enorme expansión de su territorio en los
últimos tiempos y la mutación en su comportamiento dieron origen a problemas
ambientales, sociales y económicos sin precedentes en dimensión y
características.
Ya que parece que este
modelo de desarrollo ha llevado a transformar estos centros en lugares
inhóspitos, donde hay cada vez más contaminación del aire, agua, suelo, más
pobreza, menos seguridad, menos naturaleza.
“Vivimos en la era de la ciudad. La ciudad es todo para nosotros; nos consume, y por eso mismo la glorificamos” - Onnokome Okome
Una ciudad es un lugar construido por el ser humano para su comodidad, y en el que tiene todas las ventajas. La vida natural está, en buena medida, ausente.
“Vivimos en la era de la ciudad. La ciudad es todo para nosotros; nos consume, y por eso mismo la glorificamos” - Onnokome Okome
Una ciudad es un lugar construido por el ser humano para su comodidad, y en el que tiene todas las ventajas. La vida natural está, en buena medida, ausente.
Sólo los parques, las
riberas de los ríos, los animales de compañía, algunas aves, roedores,
insectos, y arácnidos nos recuerdan el mundo salvaje. Pero la ciudad no sólo es
un entorno artificial sino que es, también, un espacio concentrado.
Las influencias causadas
por una ciudad sobre su entorno y sobre las condiciones de vida de sus
habitantes siempre existieron. Pero la enorme expansión de su territorio en los
últimos tiempos y la mutación en su comportamiento dieron origen a problemas
ambientales, sociales y económicos sin precedentes en dimensión y
características. Ya que parece que este modelo de desarrollo ha llevado a
transformar estos centros en lugares inhóspitos, donde hay cada vez más
contaminación del aire, agua, suelo, más pobreza, menos seguridad, menos
naturaleza.
Muchas ciudades y pueblos
tienen graves problemas ambientales por la falta de una planificación urbana
adecuada.
Industrias contaminantes,
ruidosas y molestas en medio de una comunidad, edificios, casas y asentamientos
en lugares peligrosos y propensos a sufrir inundaciones y deslizamientos;
problemas de tráfico por mala diagramación de vías de acceso y medios de
transportes contaminantes, falta de espacios verdes, construcciones poco
seguras, entre otros.
Estas son algunos de los
problemas ambientales urbanos que se producen por no planificar y regular la
dinámica de crecimiento y desarrollo de una ciudad y su población.
Al dejar que las ciudades
crezcan sin control las consecuencias son la sobreexplotación de recursos,
superpoblacion, aumento del riesgo y la inseguridad urbana, contaminación del
aire y acústica entre otros.
Los municipios deben
establecer normativas que permita un correcto uso del territorio de acuerdo a
sus características y usos del espacio así como de las actividades económicas
para que sea administrado adecuadamente y no produzca más problemas a sus
habitantes.
Esto se podría lograr a
través de una gestión ambiental urbana, ya que esta gestión está compuesta de
mecanismos, procedimientos y actos de gobierno y gestión de una ciudad, que se
distinguen por incorporar en la toma de decisiones, acciones dirigidas al
mejoramiento ambiental debidamente articuladas o ajustadas a las tendencias de
crecimiento urbano y al desarrollo local sostenible.
Este proceso de
articulación y ajuste es un requisito fundamental para que la gestión ambiental
urbana sea factible y ejecutable. Por ello, la gestión ambiental urbana también
se distingue porque busca establecer permanentemente mecanismos que posibiliten
acuerdos entre distintos actores, que en su interacción con el medio ambiente
operan desde distintos espacios urbanos y expresan por lo tanto una variedad de
intereses, expectativas y conductas.
El reto estriba en desviar la urbanización de su ruta actual e insostenible, para dirigirla hacia ciudades más verdes que ofrezcan a sus habitantes opciones, oportunidades y esperanza como priorizar criterios ambientales en las viviendas, mejorar la eficiencia del transporte, optimizar la producción de bienes y servicios o mejorar la gestión de los residuos. Por este motivo es necesario promover una mejor comprensión de la dinámica de las ciudades y sus ambientes, suministrando a los gobiernos municipales, a científicos, políticos y al público en general de la región, información confiable basada en los siguientes puntos:
El reto estriba en desviar la urbanización de su ruta actual e insostenible, para dirigirla hacia ciudades más verdes que ofrezcan a sus habitantes opciones, oportunidades y esperanza como priorizar criterios ambientales en las viviendas, mejorar la eficiencia del transporte, optimizar la producción de bienes y servicios o mejorar la gestión de los residuos. Por este motivo es necesario promover una mejor comprensión de la dinámica de las ciudades y sus ambientes, suministrando a los gobiernos municipales, a científicos, políticos y al público en general de la región, información confiable basada en los siguientes puntos:
- Reconocer los vínculos
que existen entre las condiciones ambientales y las actividades humanas, en
especial aquellas relacionadas con el desarrollo urbano.
- Contribuir en la
formación de capacidades técnicas locales para la evaluación integral del
estado del medio ambiente urbano.
- Orientar la creación de
consenso sobre los problemas ambientales más críticos en cada ciudad,
fomentando el diálogo y la participación de todos los sectores de la sociedad
en el proceso de la toma de decisiones.
- Hacer posible la
formulación e implementación de estrategias y planes urbanos para ayudar a las
ciudades a mejorar la gestión ambiental urbana.
- Promover la creación de
redes institucionales en la ciudad.
El escenario de las
grandes ciudades en países subdesarrollados demuestra que, cada vez más, las
élites están sitiadas por cinturones de pobreza y nunca las clases dominantes
se sintieron tan amenazadas. Pero en lugar de percibir el crecimiento sin
límites de la pobreza y aceptar el perfil socioeconómico de la población, las
élites temen la invasión de su ciudad.
Esta negación en ver la
realidad y la búsqueda constante por más seguridad y confort hace con que
comunidades cerradas habitadas por personas de alto nivel económico crezcan
como nunca en las grandes metrópolis y, consecuentemente, hay un cierto
abandono de las zonas centrales, agravando aún más el problema de las
exclusiones y distinciones sociales.
El crecimiento acelerado
de las periferias pobres y la presencia de áreas centrales abandonadas por las
élites se oponen a las zonas de crecimiento exclusivo de las clases más ricas,
formando una metrópolis dividida entre la ciudad formal, donde hay inversiones
inmobiliarias y donde el poder público invierte los impuestos, y otra informal,
olvidada por todos menos por sus habitantes.
Para el año 2020, la
proporción de la población urbana que vive en la pobreza podría llegar al 45%,
o 1.400 millones de personas. Para entonces, el 85% de la población pobre de
América Latina y casi la mitad de la de África y Asia se concentrarán en los
centros urbanos.
Esto se produce porque el
creciente flujo migratorio hacia las ciudades, incrementa la demanda no
atendida de bienes y servicios básicos: alimentación, vivienda, salud,
educación, recreación; y si a ello sumamos el alto nivel de desempleo y el impacto
de las crisis económicas, el resultado es la existencia de una población urbana
cada vez más pobre, mientras que en el polo opuesto se observa a otra población
cuyos patrones de consumo y de vida favorecen el derroche de los bienes y
servicios básicos, todo lo cual impide el desarrollo integral de la sociedad.
Los aspectos considerados
para caracterizar la precariedad del hábitat urbano latinoamericano son las
condiciones materiales del mismo, la disponibilidad de servicios básicos y la
seguridad de permanencia, medida por la condición de tenencia de las viviendas.
Sobre la base de una
agregación de antecedentes que caracterizan la precariedad del hábitat urbano y
su evolución reciente en los países se construye, en primer lugar, un panorama
regional de la precariedad urbana y su relación con la pobreza e indigencia en
las ciudades.