viernes, 25 de mayo de 2012


ARTÍCULO
VALORACION Y APORTES DE LA LEY 392-7  SOBRE COMPETITIVIDAD E INNOVACIÓN INDUSTRIAL.
Por: Lic. Julio  César Concepción Rodríguez, MBA.
Mail:jcconcepcion@yahoo.com

Uno de los más grandes errores es juzgar a las políticas y programas por sus intenciones, en lugar de por sus resultados. (Milton Friedman)
El sector industrial ha recibido incentivos millonarios en los últimos cuatros años como consecuencia de la aplicación de la Ley 392-07, que creó a Pro Industria que se puso en marcha en el año 2008, según datos obtenidos de los registros del  Consejo Nacional de Competitividad (CNC). Esta ley representa el mayor impulso que haya recibido el sector industrial dominicano en las últimas cuatro décadas. Los beneficios que promueve esta  Ley sólo pueden ser comparados con la Ley 299 de finales de la década de los años 60,  con la cual en su momento se promovió un nuevo orden en la industria local.
Conforme con la aplicación de la Ley de Proindustria, la Dirección General de Aduanas (DGA) liberó del pago del Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (Itbis) a  las importaciones y demás como muestra este cuadro ilustrativo a saber:
Incentivos Generados Por la Ley 392-7
Por Cientos
Años
Concepto
Valor /MM
Por Años
2008
Itbis/Importaciones
          3,849
          0.32
2009
Itbis/Importaciones
          4,876
          0.40
2010
Itbis/Indust. Local
          2,956
          0.25
2011
Itbis/Indust. Local
             376
          0.03

Total
        12,057
          1.00





Fuente: Archivos de CNC


A través del CNC, los clústeres industriales, de plásticos, productos de belleza y cacao recibirán asistencia técnica por alrededor de RD$30 millones, que ello representa un gran beneficio para la industria del país.
Esta ley formulada y promovida por el CNC, establece que estarán exentas de pago de Itbis en la DGA las importaciones de materias primas, maquinarias industriales y bienes de capital con tasa arancelaria de cero por ciento.  El impulso del CNC se produce en el Primer Congreso Industrial, celebrado en marzo del año 2007, en cuyo encuentro participaron las principales organizaciones empresariales del país.
Análisis de Impacto del Proyecto de Ley que Modifica la Ley 392-07 sobre Competitividad e Innovación Industrial, comentarios técnicos que estimamos de interés:
1). La modificación a la Ley 392-07 sobre Competitividad e Innovación Industrial que crea Proindustria propuesta por el Gobierno constituiría una nueva forma de subsidiar las importaciones de productos industriales terminados de la canasta básica exentos de ITBIS para el consumidor final y una nueva competencia desleal para los productores nacionales. Verbigracias, la leche que se procesa en República Dominicana utiliza insumos y componentes importados como son los empaques de cartón que con la modificación a la Ley de Competitividad tendrían que pagar ITBIS en aduanas, mientras que la importada que viene envasada no tendría que pagar dicho impuesto en Aduanas, lo que le genera una ventaja comparativa al producto importado. Esto mermaría aún más la competitividad de las industrias locales frente a los productos terminados importados. Esto aplica también a otros productos de consumo masivo como el aceite, azúcar, café, embutidos, pollos, medicamentos y otros de primera necesidad.
2). El Sector Industrial se verá enfrentado a dos consecuencias inevitables:
2.1 Primero, estará pagando un ITBIS al principio de su proceso productivo, descapitalizando al sector. Un impuesto que no pagan productos similares importados y totalmente terminados. Esto es competencia desleal, que por ende va en detrimento del capital productivo nacional.
2.2 Segundo, como existe una pérdida financiera por parte de las empresas dominicanas e incertidumbre en la recuperación del impuesto pagado por adelantado, parte del costo que tendría será transferido a los consumidores, provocando un aumento de los precios de los productos industriales.
3). Retornar el cobro a la Dirección de Aduanas representaría un retroceso y una contrarreforma para el sector productivo nacional, ya que significaría volver al modelo de cobro al principio de la cadena de producción. Esto provocaría adicionalmente una desventaja competitiva de los exportadores dominicanos frente a sus competidores internacionales y la merma de su capital a través de ese mecanismo, pues tendrían que volver a adelantar el ITBIS en Aduanas de los insumos importados antes de producir el bien.
4). No está claro cual es  el propósito que tienen algunos sectores oficiales de modificar la Ley de Proindustria con aparente interés de retornar el cobro del ITBIS a  la DGA, y colegimos en creer  que podría servir a uno de los siguientes propósitos:
4.1 Que se persiga restar competitividad a la industria local para favorecer las importaciones, o;
4.2 Se quiera recaudar dinero en el corto plazo para cubrir un déficit fiscal a costa de la descapitalización de los productores nacionales, ya que en todo caso el ITBIS dejado de pagar en aduanas lo debe cobrar la DGII cuando se vende el producto, o se tiene que devolver a los productores cuando el bien se exporta y cuando está exento.
5). Cualquiera de los dos propósitos reflejaría una visión cortoplacista de sus peticionarios, ya que se recaudarían unos cientos de millones ahora, sin importarles el destino inmediato del desarrollo del aparato productivo versus la creación de nuevos empleos, generación de nuevos ingresos y el aumento de las exportaciones. Además, no estarían tomando en cuenta las consecuencias inflacionarias de estas trasformaciones, incluyendo la de la Ley de Hidrocarburos, que ha sido rotulada por todos los sectores.
6). En lo referente a la propagación de los proyectos de leyes afines  propuestos por Hacienda, entendemos que se han cometido errores claves,  pues no ha sido efectiva la comunicación con la sociedad y con los sectores productivos.
7). Debe tomarse en cuenta, además, que este proceso encarece las maquinarias y equipos destinados al sector, por los cuales hay que pagar un 16% de ITBIS sobre su valor, ITBIS que resulta muy trabajoso poder  recuperar y que implica, además, contar con mayores recursos para las nuevas adquisiciones y/o innovación industrial.
Finalmente, indicamos que todo este proceso ha generado una gran incertidumbre jurídica tanto para los inversionistas nacionales como extranjeros. Para las nuevas autoridades, esto constituye  un  reto y a su vez una gran oportunidad  para el equipo económico que suponemos resultará nombrado como órgano rector  del quehacer productivo y competitivo del país en materia industrial, es decir tiene la responsabilidad de eliminar todas las barreras, que inciden en la competitividad con desigualdad de nuestros productores.