domingo, 6 de mayo de 2012


ARTÍCULO

FEMINICIDIOS: CORREGIMOS O PREVENIMOS?

Es tan penoso ver como en los últimos años la cantidad de feminicidios cometidos en nuestro país va aumentando de forma alarmante y lógicamente, afectando directa e indirectamente más y más familias.

Lamentablemente nuestro país aparece en los primeros lugares en el listado de aquellos países con una alta tasa de este tipo de crímenes, y por supuesto son varias las razones que se mencionan son las que influyen para tan alto nivel de este tipo de barbaridades.

Pero resulta que así como vemos el crecimiento antes mencionado, también podemos notar que los diferentes sectores del estado, (como en la mayoría de los problemas que nos afectan como nación),  el mayor hincapié lo realizan en la acción correctiva y no en la acción preventiva.

Se nota mucho el empeño en que las mujeres que reciben maltrato, sea este  verbal, emocional o físico, deben acudir inmediatamente a querellarse contra el o los agresores y que las autoridades competentes deben darle el seguimiento necesario a cada caso en particular.  Y es cierto, estamos de acuerdo en que eso ayudaría a bajar el alto índice de feminicidios que están sucediendo en nuestro país.

Sabemos y es muy doloroso ver que en muchos de los casos que han sucedido, las víctimas habían acudido una y otra vez a querellarse y solicitar órdenes de alejamiento para sus agresores y por las autoridades correspondiente no haber cumplido su rol, lamentablemente ha sucedido lo peor.

Entonces uno ve con espanto que por más hincapié que hacen en lo antes mencionado, la situación no mejora y por el contrario cada vez se pone peor, llevándonos a considerar que la situación se le ha ido de las manos a las autoridades y a la sociedad.

Viéndolo así, podríamos preguntarnos como estado, como sociedad, como familia, cuales aspectos podríamos evaluar y mejorar para ante todo, prevenir, antes que tener que corregir, para alcanzar el cese de esta situación que tanto daño está causando.

¿No sería bueno empezar desde la crianza, en el seno de la familia, a inculcarles a los más jóvenes el valor de la vida, tanto la propia como la ajena?

¿No nos ayudaría que las escuelas, colegios y universidades, (en los casos de aquellas que se hallan apartado), vuelvan a convertirse en instituciones que aparte de formar los alumnos en los caminos del conocimiento intelectual, también lo hagan formándolos en valores encaminados a mantener ese respeto por ellos mismos y por los demás?

¿No sería prudente que el estado y otras instituciones inicien y sobre todo mantengan de manera permanente programas encaminados a orientar a las parejas sobre la importancia de convivir sin violencia, ni entre ellos ni entre los hijos?

¿Es tan difícil que los varones comprendamos que muchas veces, sea por nuestras malas acciones o porque simplemente así lo quiere, la mujer puede decidir no convivir mas con su pareja, y eso hay que respetarlo sin tener que agredirla y lastimarla y  mucho menos una agresión que la lleve a la muerte?

También podemos preguntar, y con esta pregunta no quisiera que se mal interprete lo que voy a decir, ¿sería tan difícil para muchas mujeres que en su accionar diario y en discusiones que por diferentes cosas suceden entre las parejas, no asumir actitudes desafiantes ante su compañeros y ex compañeros sentimentales?

Digo esto y aclaro que ni estoy de acuerdo ni lo estaré con aquellos que le pegan y peor aún, atentan contra la vida de una mujer, ¡Dios me libre!,  lo que quiero significar es que en medio de una discusión, quien se cree tener la razón, su agresividad aumenta considerablemente según va recibiendo una respuesta airada de parte de la otra persona, dando esto paso en muchas ocasiones a que las cosas pasen de una discusión a una agresión física y en los peores casos, la muerte.

Tampoco quiero decir que las mujeres deben dejarse insultar e irrespetar sin que hagan algo a su favor y defiendan su integridad tanto moral como física, sino que podrían tratar de aclarar las cosas, no necesariamente humillándose, pero mucho menos con una soberbia que lo que haga sea provocar más la ira a la otra parte.

Otra pregunta seria ¿creen esos hombres que actúan con tanta violencia contra sus parejas, que esto los hace ver más hombres, más valientes? debemos decirle para su desilusión que es todo lo contrario, esos son actos de cobardía y de ignorancia.  Ser valiente es saber aguantarse si es que nos han dejado y ser valiente también es saber buscar la mejor manera de sobrellevar la situación y la convivencia entre pareja.

Igualmente podríamos preguntar ¿Es necesario darle tanta publicidad y cobertura a los casos de feminicidios que lamentablemente suceden a nuestro alrededor?  a menos que sea en aquellos en los que se quiera evitar el favoritismo hacia el o los culpables.

Quizás un profesional de la conducta nos pueda dar más luz sobre esto y a lo mejor no tengo razón, pero soy de los que cree que darle tanto énfasis a este tipo de caso puede ir creando una situación en el subconsciente de algunas personas (en especial de algunos jóvenes), que lo lleve a ver esto como algo normal y natural y no le cueste mucho y en cierto momento de su vida hasta sienta cierta motivación en verse involucrado en uno de estos tan horribles casos.

Para concluir queremos decir, que ojala más temprano que tarde, tanto las instituciones públicas, las privadas, como la sociedad en sentido general, empecemos y nos mantengamos tratando esta situación de forma preventiva más que correctiva, para evitarle tanto sufrimiento a tantas personas y le dejemos una mejor sociedad a nuestras futuras generaciones.

 Johnny Beltre Figuereo